Por tierra surge a partir de un archivo audiovisual con más de diez mil fotografías y cien filmaciones, tomadas en solitario y de manera compulsiva, con una cámara de bolsillo. Todo el material fue generado durante un viaje lento y vacilante, trazando un camino improvisado a través de veinte países. Es el diálogo con lo que emerge en un movimiento de retorno.
El proyecto comparte y revela, una década después, lo que fue una experiencia solitaria y privada. Aún en evolución, por el momento consta de: un fotolibro, un archivo digital con más de 1600 fotografías -que pueden ser recorridas de forma aleatoria- y collages audiovisuales en desarrollo.

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